El murciano se hace con el ATP 500 de Rotterdam tras vencer en la final a Álex De Miñaur en 3 sets por 6-4, 3-6 y 6-2
Semana exitosa que cierra Carlitos Alcaraz en Rotterdam. El número 3 del mundo, que seguirá siéndolo tras coronarse campeón en tierras holandesas, supo reponerse del primer encuentro ante Van de Zandschulp en el que sufrió más de lo esperado, arrolló sin contemplación a Vavassori y Pedro Martínez, y en las semifinales luchó contra Hurkacz y obtuvo el billete a la final. Frente al australiano, Alcaraz logró su 17º título con 21 años, y su primero en pistas cerradas.
Se antojaba una final dura, con un Álex De Miñaur que probablemente esté en el mejor momento de su carrera deportiva, y con un Carlitos Alcaraz más concentrado y solucionativo con sus errores, esos que en algunos partidos le han lastrado demasiado. En el primer set, el tenista de El Palmar salió como una apisonadora, logrando hacerse con un break point en el tercer juego disputado. A partir de aquí, los juegos comenzaron a ser un tanteo entre ambos, sin perder ninguno el saque y sin ceder ni siquiera un punto durante sus servicios. El joven pupilo de Juan Carlos Ferrero vio las orejas al lobo cuando con 4-3 en el marcador, el tenista ‘aussie’ recuperó la rotura de servicio tempranera de Alcaraz, devolviendo el empate al marcador. Poco le duró la alegría a De Miñaur, que sucumbió ante Alcaraz en el posterior juego para volver a desigualar las roturas de saque y en el siguiente, para confirmar que la primera manga tenía tintes murcianos.
En el segundo set, los bajones de rendimiento de Alcaraz aparecieron, y estos los aprovechó el tenista australiano, que consiguió una tempranera rotura de servicio, para ponerse 0-3. Parecía que Carlitos podía reaccionar a tiempo para darle la vuelta a la manga, pero las oportunidades aprovechadas por De Miñaur al principio del set bastaron para igualar el partido.
El tercer y último set de este ATP 500 de Rotterdam, con ambos tenistas igualados en el recuento, fue una oda al tenis, con muy buenos intercambios y con un gran Carlos Alcaraz que supo reponerse de sus problemas para colocar el 3-2 y pasar de un lío mayúsculo a romperle el saque al australiano y convertirlo en una clara oportunidad de llevarse la final. Con su inquebrantable saque, el de El Palmar se aupó 5-2 y gozaba de 3 juegos para poner fin al Open de Rotterdam, pero no le hicieron falta. Rotterdam ya tiene nuevo rey y Carlitos recupera la sonrisa.

Estudiante de periodismo. Especializado en tenis y motor.