El combinado nacional queda eliminado en cuartos frente a Holanda tras perder el partido de dobles que rompía el empate
Un día triste para el tenis español. Más allá de la derrota, de la imagen dada en un torneo como la Davis en el que la selección española tiene tanta historia, el mundo del tenis ha llorado para despedir a Rafael Nadal Parera, ese tipo ganador de 22 ‘Grand Slams‘, que subió a España a lo más alto de la cima del tenis, héroe y motivo por el cual tantos y tantos jóvenes tenistas se enamoraron de este deporte, y si no, que se lo digan a Carlitos, hoy la eliminación pasa a un segundo plano por que se despide uno de los mejores tenistas de la historia.
Partido especial el de Rafa para echar a andar en esta fase final de la Copa Davis en Málaga, en la casa del Unicaja de Baloncesto, el Martín Carpena. Uno de esos partidos que «no quieres jugar, que no quieres que llegue», así lo describía el de Manacor por que sabía que podría ser el último. David Ferrer, capitán del equipo hispano así lo planificó, Rafa el primer choque contra Van De Zandschlup (80º), Carlitos el segundo frente a Griekspoor (40º) y los dobles, el murciano con Granollers contra Koolhof y Van De Zandschulp.
«Copas Davis hay muchas, pero hoy estoy triste por que se despide Rafa», confiesa Alcaraz.
El primer partido empezaba mal para España, un doble 6-4 en casi 2 horas de juego daba ventaja a los holandeses. Turno de Carlitos para mantener con vida a la selección. Y vaya que si la mantuvo, aunque con algún que otro ‘madre mía’. El primer set se fue al tie-break como bien pudo ser solventado por la vía rápida, si no llega a ser por los fallos restando de Carlitos Alcaraz. Bolas altas de más, largas, fallos que bien pudieron complicar mucho el partido al pupilo de Juan Carlos Ferrero. Eso sí, en el tie-break, el de El Palmar no dió opción al tenista visitante, y le endosó un incontestable 7-0 para avisar al holandés de que este partido iba a condenar a las selecciones a desempatar en el dobles. Y dicho y hecho, el segundo set de Carlitos fue majestuoso, con una marcha menos Griekspoor, en el primer set hizo un esfuerzo soberbio, Alcaraz pudo solventar sus problemas a la hora de conseguir meter la bola en los límites de la pista dura del Carpena para, sin sufrir mucho, poner un 6-3 en el marcador en poco más de media hora. El 1-1 en el global y a decidir en los dobles.
Media hora como mucho tuvo Alcaraz de descanso. Cambio de mentalidad y a jugar con un top 5 mundial en dobles como es Marcel Granollers. Todo o nada para ambas selecciones.
El partido empezó igualado, siguió igualado y acabó igualado. Casi 2 horas y 15 minutos de partido. Ambos sets se resolvieron en el tie-break, y al equipo español le afectó un mundo perder el primero. No será por las bolas de break que desperdiciaron. No será tampoco por los golpes fallados, ni será por que ni con un Granollers inspiradisimo en la red, los holandeses conseguían devolver bolas que parecían imposibles. Que se lo pregunten a Koolhof que metió una dejada de lado a lado que dejó perplejos tanto a Alcaraz como a Granollers, sin poder replicar el golpe ganador. Un encuentro marcado por detalles, que, usando el argot futbolístico, se decantó al que tuvo las oportunidades y terminó materializando. Perder el tie-break del primer set supuso un golpe duro para España después del derroche físico demostrado en los 13 juegos previos, y anímicamente, lastró a los representantes del combinado español. Incluso Ferrer desde los banquillos intentaba calmar y alentar a sus tenistas, pero ni con esas, los holandeses superaban el vendaval, y cuando parecía que su resistencia parecía destruida, un saque de Van De Zandschlup o un truco de magia de Koolhof transformado en dejada o resto volvía a despertar a los leones holandeses, que acompañados de un gran número de aficionados, dejaron su rugido para el recuerdo en el Martín Carpena. 7-6 (7-4) y 7-6 (7-3) para los holandeses que se enfrentarán el viernes a Alemania en las semifinales de la Copa Davis.
«Copas Davis hay muchas, pero hoy es un día triste por que se despide Rafa«. Cuanta verdad desprenden estas palabras de Carlitos Alcaraz. Se cierra un ciclo de 20 años, 20 años de orgullo español allá por donde has ido, de sufrimiento con cada lesión, de lágrimas con cada vez que nos hacías tocar el cielo. 20 años de rivalidad alegre, de amistad con tus eternos rivales, esos que se han rendido a ti, y que tú has hecho lo mismo, demostrando que no solamente eres un gran tenista, sino que sigues siendo la persona humilde que, simplemente quería jugar a lo que le gustaba. El tenis no será lo mismo sin ti, pero tu legado comienza desde ya. Desde Punto Regional también queremos rendir mérito a tu carrera Rafa, a tu gran historia, y nos complace que un tenista murciano, otro monstruo del tenis, haya podido contribuir en tu gran carrera profesional. Muchas gracias por cada momento Rafa, la pelota se queda huérfana sin tu muñeca izquierda.
Estudiante de periodismo. Especializado en tenis y motor.