El equipo de Joseba Etxeberria consigue los primeros tres puntos de la temporada dejando una buena imagen ante su gente
El Real Murcia inició en la tarde del pasado domingo una tarea difícil de cumplir: ganar en Nueva Condomina. El rival que estaba enfrente, a priori, ayudaba a que los granas obtuvieran este premio, ya que tenían bajas importantes en la plantilla y llevaban más un mes sin cobrar. Por lo tanto, empezar con buen pie ante los aficionados pimentoneros no sería tan complicado como en anteriores ocasiones.
Joseba Etxeberria sacó sorpresas en el once inicial. Siguió con Gazzaniga en la portería, Antxón Jaso entró por el lesionado Saveljich, Juan Carlos Real acompañaba a Isi Gómez en el mediocentro, como ya lo vimos en su momento con Fran Fernández, y debutaba en la punta del ataque David Flakus. Una alineación que buscaba lo mismo que ante el Marbella, hacerse dueños de la posesión y atacar constantemente la portería contraria.

Los parones por el VAR fueron decisivos
El Real Murcia salió al terreno de juego con lo que representa la idea del técnico vasco: agresivo e intenso. Una presión alta y repetitiva, que siempre obtuvo con éxito el robo del balón. No había prisa a la hora de generar jugadas, pero fácilmente se pudo ver como los jugadores de las bandas eran claves a la hora de buscar la ocasión a través de centros. Las transiciones buscaban ser lo más veloz posible y el pase filtrado a la espalda del lateral lo más preciso posible. Esto generaba saques de esquina y llegadas, pero no se acercaba el gol.
Llegó el primer cuarto de hora, un balón aéreo que no encontró rematador fue disputado por el lateral andaluz y David Vicente cuando el visitante le soltó un codazo claro al grana. El colegiado no pitó nada, pero Etxeberria pidió la revisión de la jugada. Tras cuatro minutos viendo la pantalla, pitó penalti. David Falkus lo transformó marcando así su primer gol como jugador del Real Murcia en la 25/26. Después del parón, el Real Murcia siguió trabajando de la misma manera, seguía atacando y manteniendo la posesión. Cinco saques de esquina, siete disparos más a través de los pies de Ekain, Benito y Flakus, pero el portero visitante estaba haciendo una gran actuación.

Antes de que el cuarto árbitro levantase el cartelón, un gran pase filtrado para el mediapunta visitante le dejaba solo ante Gazzaniga, que ante una delicada vaselina, no pudo hacer nada para evitar el gol. El problema estuvo en la posición del atacante, ya que estaba adelantado y tras varios minutos de revisión, el gol fue anulado por el VAR. El primer tiempo se fue a los 60 minutos por culpa de los parones del VAR, pero los granas no parecían afectador por esto y seguían de la misma forma que el principio. Así que todo se marchó al descanso con 1-0 y con un Real Murcia muy sólido en todas las facetas del campo.
Disminuye la intensidad
Después de una hora de primera mitad, todo era una incógnita en el segundo tiempo. La idea de los locales seguía siendo la misma, mantener la posesión y buscar la portería contraria. La gasolina aguantó 15 minutos y eso lo vio Etxeberria, que introdujo a Palmberg, Sekou y Schalk. Unos cambios que transmitían un intercambio de pulmones en el centro del campo y, sobre todo, la idea de defender más y mantener el resultado.
Este objetivo se mantuvo durante muchos momentos del partido, pero el Juventud Torremolinos también hacía cambios para rascar algo positivo de Nueva Condomina. Aún así, las ocasiones granas seguían llegando: un disparo al larguero de David Vicente, un cabezazo de Busto y varias llegadas por parte de Pedro León y Sarabia, última tanda de cambios, acercaban al Real Murcia al 2-0, pero que nunca pudo subirse al marcador. Los andaluces quería seguir dando guerra y dieron luz a las carencias defensivas murcianas. Los balones a la espalda de una defensa adelantada era el mayor peligro que generaba el equipo visitante, pero Gazzaniga hizo un partido espectacular bajo palos y evitó que consiguieran el empate.

El cansancio de la defensa provocó que el Real Murcia no pudiera ser un bloque en el terreno de juego, por lo que la defensa y el ataque iban a ritmos distintos, sin embargo, el centro del campo, compuesto por Palmberg y Sekou, intentaba darle calma y tranquilidad, pero no pudieron controlar el partido. Los granas sufrieron al final del partido, pero no tanto como en otras ocasiones y la victoria se quedó en casa.
Gran imagen para empezar como local
El Real Murcia de Joseba Etxeberria transmitió sensaciones muy positivas de lo que puede llegar a ser su equipo. Se demostró lo que vimos en pretemporada, un equipo que quiere ganar con solvencia y que siempre quiere ir al ataque y, para ello, siempre quiere la pelota. Además, como comentó el vasco, esto tiene sus riesgos y los pudimos comprobar. La nota negativa fue la fragilidad defensiva cuando la defensa está ubicada en una zona alta. A pesar de esto, este tipo de juego está en proceso de asentarse en la plantilla, pero impone la facilidad de crear ocasiones de ataque y la cantidad de ocasiones que no acabaron en gol. Por lo tanto, la tarea obligada tras este partido es acertar más entre los tres palos y ser más sólidos en defensa.
Hay que exigir más, como comentó Etxeberria en rueda de prensa, pero hay que dar tiempo a que se sigan asentando las bases de la idea de juego, a que se recuperan los jugadores lesionados y a que la forma física se adecúe a la competición. Pero el Real Murcia, así, ilusiona a sus aficionados después de dejar una buena imagen en Nueva Condomina.


Estudiante de Periodismo. Especializado en el Real Murcia