Quedan pocas jornadas y cada punto pesa como una losa. Por eso el 2-2 de este sábado ante Córdoba Patrimonio sabe más a derrota que a empate para ElPozo Murcia Costa Cálida FS. Porque se empezó ganando, porque se dominó en muchos tramos, y porque cuando parecía que se rescataban los tres puntos con garra, el empate volvió a caer como un jarro de agua fría. El Palacio rugió, empujó, pero el gol no llegó y el playoff aún no está asegurado.
El partido comenzó con ElPozo como un vendaval. Josan sacó de inicio a Edu, Gadeia, Felipe Valerio, Marcel y Esteban. Y el equipo salió encendido, con hambre. Esteban fue el primero en probar a Fabio, y poco después, Felipe Valerio —el capitán, el alma— abrió el marcador con un disparo potente que desató la ilusión en la grada (1-0).
Durante buena parte del primer tiempo, ElPozo fue dueño y señor del juego. Las ocasiones se acumulaban, pero volvía a faltar esa pizca de puntería que tanto se echa de menos en partidos como este. Marcel tuvo una clarísima, solo ante el portero, pero Fabio volvió a sacar una mano salvadora. El descanso llegó con la sensación de que el marcador se quedaba corto.
Descanso
La segunda parte fue otro cantar. Córdoba ajustó piezas, comenzó a tocar más y a sentirse cómodo. Edu, que estaba siendo un muro, se lesionó en una estirada y dejó el campo cojeando, con visibles gestos de dolor. Entró Juanjo, y con él llegó también el empate visitante. Mareco aprovechó un momento de desajuste y puso el 1-1.
Con la presión apretando, ElPozo no bajó los brazos. Josan apostó por portero-jugador, Marcel se enfundó la camiseta y el equipo se volcó. Felipe sacó otro disparo, esta vez desviado por Mareco… y gol en propia (2-1). El Palacio estalló, pero apenas duró un suspiro: Córdoba respondió con la misma moneda y volvió a empatar en la siguiente jugada.
Los últimos minutos fueron una ruleta rusa. ElPozo fue con todo, buscó el 5×4, lo intentó por todos lados. Josan pidió tiempo muerto a falta de segundos. Quedaba fe. Pero la red no se volvió a mover.
Este empate duele porque el tiempo se acaba. Quedan pocos partidos y el billete al playoff aún está en el aire. No vale solo con jugar bien. Hay que matar los partidos, hay que hacer sangre cuando se domina. La buena noticia fue el regreso de César, que volvió a pisar el parqué, pero la lesión de Edu y el empate amargo dejan una mezcla de preocupación y urgencia.
Esto no se ha acabado. ElPozo sigue vivo. Pero ahora más que nunca, cada balón cuenta, cada punto pesa. Y cada error, se paga.