El Real Murcia sumó tres puntos vitales en su lucha por el ascenso directo al vencer por la mínima (1-0) al Villarreal B en un encuentro donde el juego de los granas dejó mucho que desear. Un solitario golazo de Flakus en la primera mitad maquilló una actuación espesa y plagada de sufrimiento innecesario ante un filial amarillo que mereció mejor suerte.
Once plagado de bajas

Un once plagado de las bajas sufridas tras el polémico arbitraje recibido en Alcorcón presentaba mucho cambios, más de los normales. El primero de todos, Iker Piedra, el portero tuvo que debutar en liga tras la suspensión por cinco amarillas de Gazzaniga, lo hizo además con una muy buena actuación, al nivel del enfrentamiento. Las grandes dudas estaban en el centro del campo, que finalmente lo ocuparon los únicos jugadores disponibles de él. Moha y Boateng en detrimento de Palmberg e Yriarte. El relevo de estos tuvo que ser Jorge Mier, el lateral derecho actuó de pivote defensivo, algo que Fran Fernández comentó en la rueda de prensa, había probado varios en esa posición y Mier fue el que más le gustó. A pesar de no ser su posición, aprobó con creces el examen del domingo.
Invente Bosilj invente
La primera parte comenzó con un ritmo lento y un juego impreciso por parte del Real Murcia. En los primeros diez minutos, el equipo local mostró una alarmante falta de ideas en ataque y una fragilidad defensiva que casi le cuesta un disgusto. En una acción donde Saveljich se vio superado a la espalda, Iker Piedra emergió providencial para tapar un mano a mano que se colaba entre el central montenegrino y David Vicente, evitando el tanto inicial del filial.
Cuando el juego del Murcia parecía no encontrar el rumbo, apareció la genialidad de Flakus para desatascar el encuentro. En el minuto 23, tras un buen pase de Moha desde la banda, el esloveno sacó un latigazo desde fuera del área que se coló por la escuadra de la portería defendida por Iker Álvarez, desatando el júbilo en las gradas del Enrique Roca. Un golazo que, a la postre, sería decisivo.
Sin embargo, la alegría local no duró mucho, ya que el Villarreal B reaccionó con peligro. En una jugada fortuita, un centro desde la banda se envenenó y terminó impactando en el palo. Para fortuna del Real Murcia, el rechace rematado por Solá también se estrelló en la madera, evitando el empate del filial amarillo de forma casi milagrosa. Un doble palo que evidenciaba la falta de control del partido por parte del conjunto grana.
Sufrimiento innecesario
La segunda parte mantuvo la misma tónica de sufrimiento para el Real Murcia. El Villarreal B salió con la intención de igualar el marcador y dispuso de varias ocasiones para hacerlo. Iker Piedra volvió a erigirse como un baluarte bajo palos, interviniendo con seguridad en un peligroso disparo desde la frontal del área.
El Murcia intentó estirarse en ataque, y en una buena internada de Pedro Benito, recorriendo varios metros con el balón controlado, dejó la pelota a Loren en la frontal. El intento de rosca del ’7’ grana se marchó rozando el poste. Poco después, una buena combinación entre David Vicente y Juan Carlos Real en banda terminó con un recorte del lateral y un pase raso al punto de penalti. Loren dejó pasar el balón con inteligencia para la llegada de Pedro Benito, pero el gaditano resbaló justo en el momento del remate, permitiendo al portero visitante enviar el balón a córner.
El Villarreal B continuó generando peligro, con un nuevo remate desde la frontal del área que se marchó desviado por poco. El Real Murcia incurrió en un sufrimiento innecesario, reteniendo en exceso el balón en zonas peligrosas y buscando faltas que no terminaban de llegar, lo que ocasionó numerosas pérdidas y dio alas al ataque visitante. La ocasión más clara para el empate del Villarreal B llegó en los minutos finales, en una jugada a balón parado. Tras un doble remate dentro del área pequeña, Valverde falló de forma incomprensible un gol cantado prácticamente sobre la línea, desatando un suspiro de alivio en la parroquia murcianista.
Finalmente, el Real Murcia se llevó una victoria agónica gracias a la genialidad aislada de Flakus. Un triunfo sufrido ante un Villarreal B que, a pesar de no materializar sus ocasiones, fue superior en el juego durante gran parte del encuentro. Los tres puntos mantienen al Real Murcia en la segunda posición con 56 puntos, a cuatro del líder Ceuta. Esta semana, el equipo de Fran Fernández visitará el Rico Pérez para medirse al Intercity, en un encuentro donde deberá mejorar su juego si quiere seguir aspirando al ascenso directo.

Periodista deportivo. Analista y redactor especializado en fútbol.